Viajes

Baires 4

Toda la semana hizo un calor de locos. Por suerte, hoy jueves, la temperatura descendió a menos de treinta grados. Así que, me voy al centro. Tomo el 55 en General Paz, $1 (nueva tarifa), hasta Primera Junta; demoro media hora. Saco la cuenta: de Carabobo a Primera Junta diez minutos, pronto serán dos estaciones de subte, y el subte tarda cinco minutos en recorrer dos estaciones; así que, a partir de marzo ahorrare cinco minutos cada vez que vaya al centro. Cuando falta poco para llegar, sube una chica: pantalón muy bajo, musculosa, bra con push up, busto de buen tamaño, parece que va a estallar. Desciendo del colectivo, empalmo con el subte, voy hasta Pasco. Allí subo a la superficie, delante mío sube una dama, en sus cuarentas, rubia, tacos altísimos, en la acera sigue delante de mí, decido adelantarme, al pasar a su lado hecho un vistazo a su escote (¡mamita!). Me dirijo a Corrientes, después camino hacia el obelisco. Al llegar a Callao, entro a una disquería-librería, observo algunos libros; veo una chica que me distrae. Minifalda muy corta, piernas largas, bronceadas y bien torneadas; con el grosor adecuado, quizás sea de las que van al gym. El cabello lacio rubio, cual catarata de trigo a granel, le besa la cola. Sale afuera, y yo no resisto la tentación de salir también, para seguir viéndola, para disfrutar un poco más al contemplar su imagen; incluso, si tomo valor, encararla. Ella se queda parada junto a la estación Callao, línea B. Saca un paquete de cigarrillos, enciende uno, lo fuma. Después baja la escalera de la estación. Yo tomo unos segundos para recuperar el aliento, regreso al interior del negocio, elijo un libro, “El corazón de Middlesbrough”, por Walter Scott. Voy al mostrador, pido el precio. La empleada es simpática, sonríe, y tiene unos ojos azules que brillan como luces. $ 90, dice. ¡$ 90!, digo sorprendido. Hace que sí, con la cabeza. Dejo el libro donde estaba y me voy. Me pregunto si se habrá equivocado al buscar el precio en la computadora. Recorro más el centro, muchos escotes, algunas minifaldas. Regreso en subte. Luego camino de Primera Junta a Nazca, porque sí, tengo ganas de caminar y corre un aire fresco, por momentos llovizna. Ahí, tomo el 63, $1 hasta Pagola.

 

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